Hay ocasiones en la vida, en que parece que lo tienes todo, pero te sientes vacía, insatisfecha, sola, confundida. No puedes quejarte: tu familia y amigos están bien, tienes apoyos y recursos… Pero te falta algo.
Así me sentí cuando me “estrené” como expatriada acompañante. Recién casada y mudada a Frankfurt am Main, acompañando a mi pareja en su nuevo puesto, me embarcaba en la fascinante experiencia de vivir en el extranjero. Aprovecharía para estudiar el idioma, descubrir Alemania e iniciar la tan ansiada familia. ¡Lo tenía todo!
Salvo un pequeñísimo detalle: no tenía trabajo. No hablaba alemán y mi licenciatura en derecho español me serviría de poco en el sistema germano. Pero daba igual, podía permitirme no trabajar. Y, ¡¡¡cómo va a quejarse uno de eso!!!
Mi entusiasmo inicial pronto se transformó en aburrimiento y vacío, más tarde en inseguridades y finalmente en una profunda tristeza. Llevaba una vida totalmente incoherente con mis valores esenciales: la independencia y el desarrollo profesional.
Había visto durante toda la vida trabajar fuera de casa tanto a mi madre como a mi padre y nunca se me había pasado por la cabeza que una pareja me financiara o que tuviera que renunciar a una actividad profesional remunerada.
Cuando nuestra vida no respeta nuestros valores esenciales, da igual lo que tengamos, siempre nos faltará algo. Puede que tengas un empleo de prestigio y un buen sueldo, pero te sientas vacía, porque no aportas a la sociedad o porque no puedes estar con tu familia. Sean cuales sean tus valores y necesidades, no puedes ignorarlos. No hay “vida perfecta” si no te hace feliz.
Piensa qué te falta a ti para tenerlo todo.
Mi final feliz es que retomé los estudios de doctorado y conseguí una beca para investigar en el Instituto Max Planck de Derecho Público Comparado y Derecho Internacional de Heidelberg. Un poco de independencia y desarrollo profesional… hasta el próximo destino:-)
Si estás en una etapa de tu vida en que te sientes confundida y sola, o necesitas ayuda para centrarte y explorar alternativas, contáctame. Como me decía una clienta recientemente, tengo el “modo ayuda” preparado para ti.