De pequeña, quería ser veterinaria, como mi abuelo. Ahora, quiero ser psicóloga.
Siempre me ha dado envidia la gente que tiene las ideas claras, cuya carrera profesional sigue un camino recto. Me parecían más maduros, reflexivos y centrados.
Mi camino, en cambio, está lleno de curvas. De desvíos. De dudas. De pruebas. De cambios.
Hice un test de orientación profesional hace un tiempo. El resultado fue esclarecedor: “Virginia, you are a defender”. Lo dejo en el idioma original porque suena mucho más a superpoder que la traducción española:-)
Y seguía el informe: “Virginia, you are the embodiment of supporting and serving others above all else.” Confieso que me da un poco de vergüenza escribirlo porque suena muy arrastrado…. Jajaja
Pero algo de verdad hay y ese interés por atender necesidades sociales da sentido a todo mi recorrido: transparencia, derechos humanos, sostenibilidad, inclusión, género, conciliación…
No importa lo recto o sinuoso, corto o largo, continuo o intermitente que sea tu camino profesional.
Importa más:
- Que tenga un sentido coherente con tus valores y propósito.
- Que sea flexible, para ajustarse a tu situación familiar y personal y a los cambios de dirección que estimes necesarios.
- Que te permita aprender, desarrollarte y evolucionar.
- Y, sobre todo, que consigas disfrutarlo.
Si estás estancada y quieres ayuda para definir el propósito o dirección de tu camino, puedes contar conmigo.