La semana pasada vi en LinkedIn un post que tachaba de “gran error” presentarse a diferentes vacantes en una misma organización. Su autora decía que ella, como empleadora, descartaba automáticamente a esas personas.
La verdad es que yo, en ocasiones, lo he hecho. ¿Por qué?
1️⃣ Por un gran interés en la organización. Me atraía su misión, su propósito o su forma de trabajar.
2️⃣ Porque tengo un perfil relativamente multidisciplinar. Lo mismo te gestiono un presupuesto que te redacto un informe jurídico o te facilito un taller. “Talento líquido” nos llaman. 😉
3️⃣ Y sí, porque, tras meses de búsqueda de empleo, un poquito de nervio entra y, estadísticamente, mejor aplicar de más que de menos.
Lo que es un problema es:
❌ No conocer bien la organización
❌ No justificar por qué encajas en las diferentes vacantes
❌ Hacer alarde de la desesperación por encontrar empleo
Pero, lejos de ahí: el interés, la flexibilidad y la vulnerabilidad no deberían penalizarse.
Rechazar automáticamente a quien se presenta a varias vacantes me parece una política muy rígida y tradicional y que no tiene en cuenta un mercado laboral en que valores, versatilidad y autenticidad ocupan un papel fundamental.
Si quieres ayuda para mantener la motivación en la búsqueda de empleo y mostrar tu potencial e individualidad en cada proceso, date de alta en mi Newsletter o reserva una consulta gratuita.