Reinventarse profesionalmente es difícil. Cada decisión que tomas está rodeada de incertidumbre. Hay días en que te dan ganas de tirar la toalla.
1️⃣ Todo empieza con un malestar en tu profesión. No te llena lo que haces. Te aburre. Quieres dejar una huella más profunda y tienes la sensación de que se te acaba el tiempo. Odias los lunes y quizás hasta los domingos.
2️⃣ De repente, en la lejanía, vislumbras un rayo de luz. Esa amiga que hace algo muy interesante, un artículo de periódico que te inspira, un nuevo prisma, la calidez de una intuición… ¿Y si por ahí fuera?
3️⃣ La fantasía va tomando forma y te atreves a llamarlo por su nombre: “Mamá, quiero ser artista”. Fascinada por tu nueva ilusión, valoras los pasos que tienes que dar, aprendes, te organizas.
4️⃣ Te descubres rodeada de gente más joven y guapa que tú y ahí aparecen las dudas. ¿No habías pasado ya por esto? ¿Tiene sentido reiterar el esfuerzo, el estudio, las prácticas y miserias de los comienzos?
5️⃣ En el preciso momento en que te flaquean las fuerzas, escuchas cantos de sirena. Te llegan propuestas “de lo tuyo”. Pero de lo viejo, de lo que estás pasando página. Y suena tan fácil y, sobre todo, tan seguro…
6️⃣ En medio de la tormenta, percibes la calidez del faro. Ese lugar amable que te inspira hacia delante y te confirma que estás llegando. Sea cual sea tu destino, tienes claro que ya no quieres volver atrás.
La reinvención profesional suele ser más que profesional. Te cambia la vida a todos los niveles, también en el plano personal. ✨
Si buscas una mano para atravesar este complejo proceso, prueba la mía. Me encantará acompañarte. 🤝
