En algunos ámbitos, lo he escuchado mucho. Sobre todo, al cumplir los 40. “No te quedes con las ganas”. De un viaje, de probar algo nuevo, de iniciar una afición.
Vamos tomando consciencia de lo rápido que pasa todo y de lo precioso que es el tiempo que nos queda.
Y, sin embargo, en el plano laboral, nos cuesta. Nos quedamos con las ganas y nos parece razonable.
Dedicamos al trabajo horas, días, cerebro y corazón. Pasamos casi más tiempo trabajando que con nuestra familia.
Pero no nos atrevemos a dar el paso, a probar, a cambiar, a empezar… Nos conformamos con resignación estoica, reiterando nuestras razones: “Ya no tengo edad”, “No puedo renunciar a este sueldo/puesto/horario”, “No tengo alternativas”.
Un día, de repente, asoma una vocecilla, una tímida tentación, que nos insinúa: “Pero si tú siempre habías querido ser…”, “En realidad, lo que a ti se te daría bien es…”. Por un momento, nos imaginamos escribiendo, haciendo fotos, decorando, enseñando, diseñando…
Nos asustamos y miramos para otro lado. Suspiramos aliviados, al descartar la idea.
Hoy quiero tentarte yo;-)
Para el 2022, te deseo que, si te apetece, te animes a comenzar una nueva carrera profesional, nuevos estudios, a emprender, a dejar un trabajo que no te aporta y buscar uno que te haga más feliz. Tu profesión es una parte fundamental de tu vida: no te quedes con las ganas.
Pasa muy buenas fiestas y, si necesitas ayuda, aquí te cuento 6 secretos clave para reinventarte profesionalmente en el extranjero.
