Recientemente, leí un libro de Ken Robinson sobre cómo encontrar tu pasión lo cambia todo. Haciendo referencia a personajes extraordinariamente creativos, explica que alcanzaron su potencial una vez dejaron el colegio y pudieron «recuperarse de la educación recibida«.
Es cierto que el actual sistema educativo no favorece la exploración de determinadas habilidades claves para un futuro cambiante e incierto.
De hecho, una vez concluido el colegio y/o la universidad, muchos seguimos sin tener ni idea de qué es lo que nos gusta especialmente, qué se nos da bien, qué nos apasiona, a qué nos encantaría dedicarnos…
Durante años, estudié, me apliqué y pensé que había que aspirar a un trabajo serio y aburrido (e idealmente siempre el mismo). Pensé que era imposible cobrar por algo que no implicase esfuerzo; y, aún menos, que me divirtiera. Nunca me paré a observar mis habilidades, ni a valorar el cambio o la incertidumbre.
Ahora, que me reinvento por enésima vez, veo con más claridad mis aspiraciones laborales. No sin miedos o inseguridades. Pero con ilusión y liberación.
Acompañar a tu pareja al extranjero es un buen momento para recuperarse de la educación. Para reconectar con tus talentos y pensar alternativas laborales flexibles en que tengan cabida.
Si estás desorientada y desmotivada en tu fase de reinvención profesional, reserva una cita para saber cómo puedo ayudarte.