Hay una pregunta tan temida como ansiada por las mujeres expatriadas acompañantes: “Y tú ¿qué haces?”
Y es que, por una vez que la atención se centra en nosotras (y no en nuestra pareja, su profesión y sus infinitas oportunidades laborales), solemos desperdiciar nuestro minuto de gloria.
A veces, porque nos pilla por sorpresa. Bastante tenemos con dejar nuestro trabajo, amigos y familia… y acompañar. Estamos acostumbradas a hablar en plural («Nos quedaremos aquí 4 años», «Volvemos a Madrid el próximo verano»…) Y en nuestro oxidado uso de la primera persona del singular, balbuceamos: “Ah, ¿pero que yo también puedo hacer algo?”
Otras veces, porque lo que hacemos no tiene el hilo conductor ordinario. Mezclamos formaciones variadas con experiencia laboral en diferentes ámbitos y no sabemos ni qué es lo que más nos identifica, ni por dónde empezar a explicar. Así que intentamos comprimirlo todo (recordad que es nuestro minuto de gloria;-). Respondemos algo así como: “Bueno, yo estudié derecho. Pero luego he trabajado en muchas cosas. Ahora estudio piscología. En Madrid, gestionaba una asociación empresarial; ahora, subvenciones europeas. En Frankfurt, investigué en el Instituto Max Planck de derecho internacional…” Para cuando acabamos, el interlocutor probablemente haya abandonado la sala.
La maternidad también nos juega malas pasadas. Solemos pasar periodos largos de “baja de maternidad” y nos cuesta encajarlos. Nos parece que a otras mujeres les cunde más el tiempo para compaginar su vida profesional con la crianza y educación de sus hijos (Claro que igual no han tenido que invertir el mismo tiempo que nosotras en búsqueda de casa, mudanzas, aprender idiomas y apoyar a los hijos en momentos de cambio). En estos casos, la respuesta tiende a volverse excesivamente edulcorada, para esconder las sombras: “Yo estoy feliz porque estoy aprovechando para disfrutar de mis hijos a tope”. Y si cuela, cuela;-)
Un discurso coherente, directo y sincero es el primer paso para sentirte bien en tu nuevo destino. Te va ayudar a hacer amigos, a generar red y a encontrar oportunidades laborales. Requiere revisar tus fortalezas, valores y trayectoria. Y tú, ¿qué haces? Sólo cuando tengas clara la respuesta, vas a poder avanzar en tus nuevos objetivos en el extranjero. Se trata del primer paso que trabajamos en mi programa de coaching. Si quieres conocer los siguientes, no te olvides de darte de alta en mi Newsletter y pronto te hablaré de ellos.